Hoy es el día de la mujer trabajadora. Soy mujer, madre y como todas, trabajadora. ¿Por qué conocéis alguna madre que no trabaje? Otro tema es que sea un trabajo remunerado con dinero pero trabajo tenemos para parar un tren, ¿verdad?
Pero hoy me quiero centrar en los efectos colaterales de cuando las madres nos vamos a trabajar y tenemos bebés en casa. Y de cómo podemos gestionar la angustia de separación.
Por desgracia la baja por maternidad en este país sólo dura aproximadamente 4 meses, hay quien los puede alargar con vacaciones, horas de lactancia y otros permisos pero llega un momento, normalmente antes del año en que la madre se reincorporará a su trabajo. Para muchas esto puede implicar muchas emociones diferentes, felicidad para disfrutar de un rato y una ocupación diferente a la de mamá-cuidadora, satisfacción para recuperar su rol profesional, tristeza por separarse de su pequeño, ansiedad, culpa y sufrimiento por si estará bien sin ella ... en fin, una mezcla extraña que a veces cuesta digerir.
Y el bebé? ¿Qué le pasa? Pues dependiendo de la edad que tenga y el momento evolutivo en que se encuentre puede sufrir más o menos. Hay que tener en cuenta que para él / ella su madre seguramente ha sido la persona que más cuidado ha tenido. Incluso se ha pasado un buen tiempo pensando y sintiéndose que era una parte más de su madre! No entiende ni de horas, ni permisos, ni trabajos ... y llega un momento, en torno a los 8 meses, en que si no ve a su madre se siente en peligro porque su garantía de supervivencia no está. Es entonces cuando aparece la angustia por la separación de la madre. El bebé puede llorar desconsoladamente, dejar de comer, dormir muchas horas seguidas, está triste y apático ... se pasa el rato esperando a la madre y cuando la ve la vitalidad y la felicidad pueden llenarlo de nuevo o puede llorar de nuevo triste por el tiempo que ha pasado. Hay bebés que incluso se niegan a comer hasta que no vuelve la madre (aunque se le esté ofreciendo la misma leche de la madre!). Hay que saber en estos casos que no pasa nada ... cuando la madre vuelve al bebé se enganchará y comerá todo lo que no ha comido durante el día. Eso sí, no nos extrañemos si por la noche nos reclama mucho más.
Cómo pase el bebé el tiempo que esté sin su madre es muy variable pero hay algunas cosas que se pueden hacer para ayudarle a él y a nosotros mismos a gestionar estas separaciones:
Puede ser difícil conciliar la vida personal y profesional pero el esfuerzo vale la pena.
Así que mujeres, madres o no madres, que tengáis un muy buen día!
Elena Angulo
Pero hoy me quiero centrar en los efectos colaterales de cuando las madres nos vamos a trabajar y tenemos bebés en casa. Y de cómo podemos gestionar la angustia de separación.
Por desgracia la baja por maternidad en este país sólo dura aproximadamente 4 meses, hay quien los puede alargar con vacaciones, horas de lactancia y otros permisos pero llega un momento, normalmente antes del año en que la madre se reincorporará a su trabajo. Para muchas esto puede implicar muchas emociones diferentes, felicidad para disfrutar de un rato y una ocupación diferente a la de mamá-cuidadora, satisfacción para recuperar su rol profesional, tristeza por separarse de su pequeño, ansiedad, culpa y sufrimiento por si estará bien sin ella ... en fin, una mezcla extraña que a veces cuesta digerir.
Y el bebé? ¿Qué le pasa? Pues dependiendo de la edad que tenga y el momento evolutivo en que se encuentre puede sufrir más o menos. Hay que tener en cuenta que para él / ella su madre seguramente ha sido la persona que más cuidado ha tenido. Incluso se ha pasado un buen tiempo pensando y sintiéndose que era una parte más de su madre! No entiende ni de horas, ni permisos, ni trabajos ... y llega un momento, en torno a los 8 meses, en que si no ve a su madre se siente en peligro porque su garantía de supervivencia no está. Es entonces cuando aparece la angustia por la separación de la madre. El bebé puede llorar desconsoladamente, dejar de comer, dormir muchas horas seguidas, está triste y apático ... se pasa el rato esperando a la madre y cuando la ve la vitalidad y la felicidad pueden llenarlo de nuevo o puede llorar de nuevo triste por el tiempo que ha pasado. Hay bebés que incluso se niegan a comer hasta que no vuelve la madre (aunque se le esté ofreciendo la misma leche de la madre!). Hay que saber en estos casos que no pasa nada ... cuando la madre vuelve al bebé se enganchará y comerá todo lo que no ha comido durante el día. Eso sí, no nos extrañemos si por la noche nos reclama mucho más.
Cómo pase el bebé el tiempo que esté sin su madre es muy variable pero hay algunas cosas que se pueden hacer para ayudarle a él y a nosotros mismos a gestionar estas separaciones:
- Llevarlo con nosotros. Lo ideal sería que pudiéramos llevar al bebé con nosotros a todas partes. Hay trabajos que lo permiten y otros en las que sería absolutamente imposible.
- Dejarlo con alguien que también tenga vínculo afectivo. Puede ser alguien de la familia o no, pero es mejor que sea alguien especial para él / ella. Es mejor que sea alguien con quien esté vinculado afectivamente. Podemos facilitar esto si antes de que nos tengamos que separar, esta persona lo cuida junto con nosotros, lo ha dado de comer, le ha bañado, mimado, jugado .... en definitiva, que vea que con esta persona su supervivencia también está garantizada.
- Hay que tener presente también que el hecho de que haya otras personas que puedan cuidarlo también le enseña que hay más gente que lo puede cuidar y así puede percibir el mundo como un lugar más seguro.
- Empezar por separaciones pequeñas. Podemos jugar con él a escondernos detrás algo y salir (el típico juego de "tá" o "cuco"), dejarlo con la persona que lo cuidará por poco rato e ir alargando a medida que vemos que no muestra ansiedad.
- Despedirnos bien y saludarlo al volver. Es bueno que vea que hay una señal para nuestra marcha y también otro para nuestro retorno. Intentamos no marchar como si nos fuéramos a la guerra... si nos ven sufrir los damos motivos para preocuparse!
- Alargar la lactancia materna. Dar el pecho aporta el alimento físico y de cariño que los bebés necesitan. Hay maneras sencillas de lograrlo más allá los 4 meses. Sacarnos leche para que alguien se la pueda dar o aprovechar los tiempos de descansos en el trabajo para amamantarlo, son algunas de ellas.
- Aprovechar el tiempo que pasamos juntos. Hacer que el tiempo que podamos pasar con él / ella sea de calidad. Que nos podamos dar y recibir toda la dosis de cariño y afecto que tanto necesitan y necesitamos. A veces es difícil porque pueden haber más criaturas, adultos y tareas que nos reclaman. Priorizemos lo que es más importante.
Puede ser difícil conciliar la vida personal y profesional pero el esfuerzo vale la pena.
Así que mujeres, madres o no madres, que tengáis un muy buen día!
Elena Angulo