La familia es donde crecemos, reímos, lloramos, vivimos...; podemos encontrar tantos tipo de familias como niños y niñas conocemos. Familias compuestas por un padre, una madre y una criatura o cuatro hijos o hijas llamadas numerosas, pero si hay una madre o un padre le decimos monoparental, y también nos encontramos con 2 padres o 2 madres con hijos e hijas que pueden ser biológicos o adoptados....si, es así toda una gama de posibilidades y muchas más.
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Post publicado en el blog Historias de Gente Menuda del pediatra Mariano Olivero
Tengo la impresión por momentos que no estamos dejando un mundo mejor para nuestros hijos. Las largas jornadas de trabajo, el mal descanso, la necesidad de cumplir objetivos laborales, la mala alimentación, la falta de tiempo...todo esto nos genera un gran stress y perdemos tiempo invalorable para estar con nuestros hijos, para estar con ellos, para enseñarles como podemos vivir sin destruir el planeta en el que vivimos. Los temas a charlar con nuestros hijos son incontables pero quisiera detenerme hoy en nuestro impacto medioambiental. Creo que podemos empezar hablando con ellos de este tema poniendo el ejemplo de una caminata por la playa. Nuestras huellas de pisadas en la arena, mudo testigo de nuestro paso por la playa deberían ser el único indicador de nuestra presencia. Tan respetuoso al medio ambiente como una huella de un pie en la arena que desaparece con la primera ola. Sin embargo vamos a la playa con ellos y el panorama es tan diferente...nuestro paso no deja huella sino heridas, marcas de nuestra absoluta falta de conciencia de medio ambiente, de nuestra falta de respeto por nuestros pares, por nuestra descendencia. Tu hijo ve como algo normal todo lo que hacemos, para ellos tus actos son el ejemplo a seguir, estos actos pueden más que mil palabras, aunque te llenes la boca de mensajes ecológicos si tus peques te ven hacer lo contrario a lo que dices el efecto es doblemente negativo. Por un lado te imitarán y por otro lado, si tu discurso es contradictorio con tu actuar perderás credibilidad para tus hijos. Empecemos en casa, enseña a tus hijos a reciclar, a cuidar el agua...son pequeños pasos para un gran cambio. Gracias Mariano por permitirnos compartirlo! Una de las razones que más habitualmente dan las madres en todo el mundo, para suspender la lactancia o introducir alimentos complementarios precozmente, es que piensan que no tienen leche suficiente o que la calidad de su leche es mala. A veces, son los parientes, amigos o agentes de salud quienes sugieren a la madre que puede no tener leche suficiente. Parece que en todas las sociedades, la confianza de las madres en su capacidad para satisfacer las necesidades de sus hijos se minan fácilmente.
Casi todas las madres pueden producir leche suficiente para uno o incluso mas niños, con tal que el niño succione eficazmente y tome el pecho tan a menudo como él quiera. Incluso cuando una madre percibe que su leche es insuficiente, habitualmente su hijo obtiene toda la leche que necesita; es excepcional que una madre no produzca suficiente leche para alimentar a su hijo. La cantidad de leche que producen los pechos está determinada por la cantidad que toma el niño; aumenta cuando el niño toma más. Las madres que piensan que no tienen leche suficiente necesitan la ayuda y el apoyo de una persona experta. A veces, sin embargo, un niño realmente no obtiene suficiente leche. Habitualmente esto se debe a que el niño no succiona bastante, o no succiona eficazmente. Cuando una madre nota que tiene poca leche, lo habitual es que se trate de alguno de los siguientes casos:
Recomendaciones:
La "subida de la leche" varía mucho de una mujer a otra, en algunas puede salir "a chorro", mientras que en otras simplemente gotea, ambas situaciones son normales. La mayor parte de los problemas de la lactancia se solucionan dando de mamar con más frecuencia. Si haces eso durante dos o tres días, tu producción de leche aumentará para adaptarse a las necesidades de tu hijo. Hay periodos en los que tu hijo crecerá más rápido y te pedirá de mamar con más frecuencia, dale cuando pida y producirás la leche que tu hijo necesita. Mantén una dieta sana y equilibrada, y bebe toda el agua que necesites de acuerdo a tu sed. Procura estar lo más tranquila y relajada posible y consigue el apoyo de su pareja, familia y amigos. ¡No le des ningún biberón, pues no lo necesita! (Si tienes dudas habla con su pediatra) COMO SE QUE ESTA RECIBIENDO SUFICIENTE LECHE? PESO: En los primeros quince días de vida, lo normal es que tu hijo pierda algo de peso. No te preocupes, no es que tengas poca leche, es un proceso normal de todos los recién nacidos. Ponlo a mamar cada vez que quiera, con mucha frecuencia, como mínimo 8 veces al día, y verás como cada vez produces más leche. Debes saber además que tu leche es tan buena como la de cualquier otra mujer, pues no hay leches malas, y debes beber cada vez que tengas sed, pues estás usando grandes cantidades de agua para producir tu leche. La preocupación por el peso es muy frecuente entre las madres lactantes, pero en la mayoría de los casos todo está funcionando bien y el niño está ganando adecuadamente. Ten en cuenta que:
PIPI y CACAS: Normalmente los primeros días tu hijo mojará 2 ó 3 pañales diarios. Al tercer o cuarto día, una vez que "suba" la leche, mojará un mínimo de 4 ó 5 pañales al día, si mojara menos pañales o encontraras que duerme tanto que mama muy pocas veces al día, debes consultar con tu pediatra, pues posiblemente tengas que aumentar el número de veces que le das el pecho. Los recién nacidos defecan 4 ó 5 veces al día, aunque a veces llegan a las 10 veces y otras hace caca 1 vez cada 2 días, todo eso está dentro de lo normal. Las deposiciones típicas de un niño que toma el pecho son amarillas o verdosas y líquidas. A partir de los 2 meses, normalmente defecan con menor frecuencia de lo que lo hacían anteriormente, eso solo significa que tu hijo lo está absorbiendo todo y no deja residuos, pero no es estreñimiento porque las deposiciones siguen siendo blandas aunque solo haga cada 2, 3, 7 o 20 días. No sirve de nada y puede ser perjudicial el estimularles el culito con cerillas, termómetros, rabos de hojas de geranio, supositorios de glicerina,... Tampoco hay que darles infusiones laxantes ni zumos de diversas frutas. Los estímulos fabrican gente estreñida que depende de que le toquen el ano para defecar y las infusiones y zumos acaban antes con la lactancia, ya que a más zumo, menos maman y el pecho fabrica menos leche. www.lactamos.com El post-nacimiento dura 3 años, según la fisioterapia obstétrica, y se divide en 4 etapas diferentes, las cuales tendrán una duración y un tratamiento diferentes.
La primera etapa es la del POST-NACIMIENTO INMEDIATO en la que está indicada la utilización de la faja bota-lumbota, la realización de ejercicios circulatorios y respiratorios, dar importancia al reposo, a los cuidados vulvares ya la educación perinatal, y iniciar la lactancia materna. En la segunda etapa, la FASE CONJUNTIVA, comienza la regeneración de los tejidos, ahí sería adecuado establecer una alimentación proteica y rica en minerales y vitaminas. Por otra parte, sería conveniente favorecer la lactancia, realizar posturas hipopresivas y progresivamente los hipopresivos, seguir con reposo y ejercicios circulatorios, y privilegiar las caricias clitorianas, vulvares y perineales, más que la penetración vaginal. Durante esta fase pueden aparecer una serie de síntomas que harían falta tratar, como son: la vulvodinia (inflamación y dolor vulvar), dificultades en la lactancia materna, dolencias a nivel de los senos, linfangitis (consultar con la comadrona), y dispareunia (dolores durante las relaciones sexuales). La tercera etapa, la FASE MUSCULAR, da paso a la reconstrucción de la musculatura del suelo pélvico. Es aconsejable una revisión de fisioterapia uroginecológica con el fin de hacer un balance de la postura y un balance global del post-nacimiento, así como dar las pautas de prevención o de tratamiento en caso necesario, y consejos sobre la sexualidad. Es posible que los problemas de la segunda etapa aparezcan durante la muscular. La cuarta etapa es el PERIODO TARDÍO; aquí puede existir algún problema del suelo pélvico, como: apertura vulvo-vaginal (la vagina abierta), dispareunia (dolor en las relaciones sexuales), hiposensibilidad sexual (disminución de sensibilidad a las relaciones sexuales) , incontinencia fecal o de gases (pequeñas fugas de heces o déficit de control de gases), estreñimiento distal (dificultad para evacuar las heces), incontinencia urinaria (pequeñas pérdidas de orina), urgencia miccional (ganas de orinar frecuentemente y pocas cantidades ). El correcto seguimiento de cada etapa ayudará a una mejor recuperación del suelo pélvico y prevendrá de cualquier patología. Todos estos problemas se pueden tratar, siendo reversibles en mayor o menor grado dependiendo del estado de las estructuras y del tiempo que hace que la mujer se encuentra en esta situación. Está en sus manos elegir entre prevenir o curar. Mireia Valls ¡Mi niña ya está aquí! “¡Ay mi niña!” fue lo que dije cuando la vi nacer y la abracé en mi pecho… Cuanto tiempo esperándote, queriéndote.. El miércoles 17 de Abril a las 4.10h parí a Blanca, ella, mi cuerpo la propia vida me ayudaron a dar a luz. Fue un intenso y precioso parto en casa, acompañado con mucho amor y respeto por su papá y por un equipo fantástico de profesionales. ¡Gracias kike y gracias Nèixer a casa! Día a día vamos pintando juntas ese lienzo en blanco que preparamos durante el embarazo. Ahora todo es nuevo, diferente…está por construir. Quiero agradecer a todas esas mujeres que me han acompañado durante el embarazo. Esa energía potente, propia de nuestra condición, necesaria para mi camino hacia la maternidad. Todos esos encuentros, conversaciones, sesiones de yoga, sinceridad, experiencias… que importante es reunirnos y compartir! A mis compañeras de Moltpekes, que magníficas profesionales y personas, mujeres, madres, amigas.. emprendedoras, luchando por lo que creen, por lo que les gusta y sobretodo intentando conciliar esa vida laboral con sus familias, sus pequeños… ¡Deseo seguir teniéndoos cerca! Y que deciros de Blanca, preciosa, sensible,..mamando mientras escribo…su carita redonda llena de leche por las mejillas…enamorándome más cada día que paso con ella.. Besos, Esther La pérdida de control de gases es una realidad. Hay varias causas que cursan con incontinencia de gases, pero una de las principales es el parto.
Los mecanismos de continencia a nivel rectal los desencadenan el buen tono de los esfínteres anales y del músculo puborectal, la buena colocación del coxis y los reflejos esfinterianos que se producen cuando llega aire, líquido o heces en el recto. En el momento del nacimiento de nuestro hijo, el coxis realiza un movimiento hacia atrás con el fin de abrir el estrecho inferior de la pelvis y favorecer la salida del niño. A veces, debido a la presión del niño ya otros factores externos, el coxis puede quedar bloqueado en esta posición, con lo cual, la musculatura del suelo pélvico se verá afectada y estará en un estado de estiramiento constante donde los esfínteres se mantendrán en situación de apertura. En un principio los esfínteres lucharán para contraerse y cerrarse, pero si esto perdura en el tiempo, aparecerá deficiencia del tono de los esfínteres traduciéndose en una abertura de los mismos. La incontinencia de gases es la de menor grado, seguida por la incontinencia fecal de líquidos, y en mayor severidad, la incontinencia fecal de sólidos. Estos problemas coloproctològics tienen tratamiento, ya sea sintomático, curativo o preventivo. Cuanto más tiempo se conviva con la incontinencia, más complicada será la recuperación. Una buena prevención es la de valorar y tratar la movilidad del Cocco pasados pocos días del parto, así se evita que quede fijado en una mala posición. Mireia Valls Llega el momento de la visita al pediatra y muchas familias lo viven como una experiencia traumática: llegar, entrar, desvestir rápidamente al niño mientras la enfermera y/o el pediatra hacen preguntas y casi ni nos miran, revisarlo con prisa aunque llore, preguntar en medio del llanto aunque ni siquiera lleguemos a oír la respuesta (a veces ni siquiera hay respuesta digna de ser oída)….y todo en 5 o 10 minutos!!!
Luego de ver y oír situaciones y relatos de este tipo, la pregunta es: para que va una familia al pediatra? Que esperamos de esta visita? Como debería ser? Y respondiendo estos interrogantes es que muchos de nosotros llegamos a la conclusión que no es este tipo de “asistencia” la que queremos ofrecer a esas familias, que no es eso lo que ellas esperan de nosotros, lo que han venido a buscar…. Vienen confiándonos lo mas valioso que tienen: sus hijos, y así es como debemos verlo. Afortunadamente un niño pocas veces estará gravemente enfermo, pero sí en cambio necesitará encontrarse en un ambiente “familiar” y distendido, donde pueda moverse con libertad y donde sus padres se sientan cómodos y contenidos ante la infinitud de interrogantes que a menudo se les plantean. Es posible que no podamos responder a varias de esas cuestiones, y este también es nuestro desafío: reconocer nuestras limitaciones, no pretender dar respuesta a cada pregunta, sabernos igual de humanos y comprender que nuestra función es acompañar, informar, orientar, pero no tomar decisiones ni mucho menos juzgar el modelo de crianza que cada familia elige. Es cierto que hay algunas cuestiones puramente médicas, científicas, en las que tal vez como profesionales de la salud podamos tener recomendaciones mas acertadas que el simple sentido común, y es importante brindar esa información con conocimiento y actualización para ponerla al alcance de quien la necesite, especialmente en los casos de enfermedades potencialmente graves. Pero no es nuestra función indicar si el niño tiene que dormir solo o con sus padres, si ha de comer en una trona o en el regazo de su madre...Podemos dar pautas de colecho seguro, normas de orientación sobre alimentación saludable, pero lo demás se decide de puertas adentro, y probablemente cualquier opinión nuestra al respecto tenga mas que ver con una consideración personal que con algo científicamente fundamentado, por lo tanto es mejor abstenerse o, al menos, dejar claro que aquello que diremos se basa solamente en nuestra experiencia o en nuestro punto de vista. Si la visita al pediatra la orientamos especialmente hacia la educación en salud y la prevención, dando pautas para el reconocimiento de los problemas pero realizando las intervenciones estrictamente necesarias; dándonos la posibilidad de conocer a la familia integralmente en un ámbito de tranquilidad y seguridad, con tiempo y centrada en el bienestar del niño y su entorno, seguramente será mucho mas beneficiosa para la familia y para nosotros mismos. El objetivo es dar la información y orientación necesarias para permitir a la familia (especialmente a los padres) adquirir confianza en las capacidades e instintos propios y en los de sus niños, y sentirse seguros y autónomos en la toma de decisiones que la responsabilidad de ser padres implica, y evitar la dependencia de consejos o indicaciones ajenos tan común hoy en día. Paula Hoy es el día de la mujer trabajadora. Soy mujer, madre y como todas, trabajadora. ¿Por qué conocéis alguna madre que no trabaje? Otro tema es que sea un trabajo remunerado con dinero pero trabajo tenemos para parar un tren, ¿verdad?
Pero hoy me quiero centrar en los efectos colaterales de cuando las madres nos vamos a trabajar y tenemos bebés en casa. Y de cómo podemos gestionar la angustia de separación. Por desgracia la baja por maternidad en este país sólo dura aproximadamente 4 meses, hay quien los puede alargar con vacaciones, horas de lactancia y otros permisos pero llega un momento, normalmente antes del año en que la madre se reincorporará a su trabajo. Para muchas esto puede implicar muchas emociones diferentes, felicidad para disfrutar de un rato y una ocupación diferente a la de mamá-cuidadora, satisfacción para recuperar su rol profesional, tristeza por separarse de su pequeño, ansiedad, culpa y sufrimiento por si estará bien sin ella ... en fin, una mezcla extraña que a veces cuesta digerir. Y el bebé? ¿Qué le pasa? Pues dependiendo de la edad que tenga y el momento evolutivo en que se encuentre puede sufrir más o menos. Hay que tener en cuenta que para él / ella su madre seguramente ha sido la persona que más cuidado ha tenido. Incluso se ha pasado un buen tiempo pensando y sintiéndose que era una parte más de su madre! No entiende ni de horas, ni permisos, ni trabajos ... y llega un momento, en torno a los 8 meses, en que si no ve a su madre se siente en peligro porque su garantía de supervivencia no está. Es entonces cuando aparece la angustia por la separación de la madre. El bebé puede llorar desconsoladamente, dejar de comer, dormir muchas horas seguidas, está triste y apático ... se pasa el rato esperando a la madre y cuando la ve la vitalidad y la felicidad pueden llenarlo de nuevo o puede llorar de nuevo triste por el tiempo que ha pasado. Hay bebés que incluso se niegan a comer hasta que no vuelve la madre (aunque se le esté ofreciendo la misma leche de la madre!). Hay que saber en estos casos que no pasa nada ... cuando la madre vuelve al bebé se enganchará y comerá todo lo que no ha comido durante el día. Eso sí, no nos extrañemos si por la noche nos reclama mucho más. Cómo pase el bebé el tiempo que esté sin su madre es muy variable pero hay algunas cosas que se pueden hacer para ayudarle a él y a nosotros mismos a gestionar estas separaciones:
Puede ser difícil conciliar la vida personal y profesional pero el esfuerzo vale la pena. Así que mujeres, madres o no madres, que tengáis un muy buen día! Elena Angulo Cuando una mujer embarazada va a hacer el seguimiento de su embarazo sabe que le tomarán la presión, la pesarán y le explicarán, seguramente ayudándose de un "carnet de la embarazada", cuáles son las pruebas que habrá que hacer durante los próximos meses. Cuando ya haya parido, dependiendo de cómo haya ido el parto le harán unos cuidados u otros. Pero hay otro seguimiento que valdría la pena hacer y es el emocional. A cuántas les preguntan como se sienten? Si están estresadas, si están tristes o si su estado de ánimo parece que se haya subido a una montaña rusa? El embarazo, el parto y el post parto son periodos de una gran intensidad emocional en el que generalmente se crean unas expectativas poco realistas sobre cómo se debe sentir una mujer. A menudo, las madres se agobian porque creen que deben sentirse siempre felices, con un amor infinito e instintivo hacia su hijo y la realidad puede distar mucho de esta "nube azucarada". Las mujeres embarazadas y recién paridas pueden sentirse infinitamente felices y enamoradas de su bebé si, pero también pueden sentirse tristes, angustiadas, enfadadas, indiferentes, agotadas, rabiosas, agobiadas ... Y tienen todo el derecho a sentir todo eso y más. Son personas, que sienten y además lo hacen con mucha intensidad (los cambios hormonales colaboran) y la nueva vida que llevan dentro de sí o que ya ha salido puede llegar a ser muy molesta. Si, si, molesta. Puede provocar vómitos, mareos, dolores en las costillas, ciática, insomnio, dolor, frustración ... y mucho más. Y por desgracia, esta diferencia entre la realidad y las expectativas creadas pueden hacer que las madres se sientan culpables, tristes, desorientadas e incluso, pueden llegar a pensar que no son las buenas madres que se esperaba. Y en el peor de los casos, sentirse tan avergonzadas que incluso no lo quieren decir o reconocer, de manera que muchas no piden la ayuda que tanto necesitan. Es normal que durante estos procesos las emociones varíen rápidamente y que se sientan con intensidad (y que por tanto, se llore con un anuncio o incluso sin motivo aparente). Es normal que además de las emociones positivas aparezcan negativas y entre todos (mujeres, parejas, familia, profesionales médicos y sociedad) debemos ayudar a identificarlas, aceptarlas y gestionarlas. El problema no está en sentirse triste sino en no entender de dónde viene esta tristeza, rechazarla y no saber qué se puede hacer para sentirse mejor. La tristeza conocida como baby blues que aparece después del parto puede afectar hasta el 50% de las mujeres y suele desaparecer en cuestión de pocos días o semanas. La depresión post parto afecta a una de cada 10 mujeres y tiene una sintomatología más grave y duradera. Desesperanza, pérdida del placer, agotamiento, alteraciones del sueño y el apetito, sentimiento de culpabilidad, pérdida de interés por el bebé ... son algunos de los síntomas. Puede llegar a durar meses o incluso años si no se trata. Hay que saber que la depresión post parto puede afectar a cualquier mujer, pero aún es más importante saber que esta situación es temporal (con la ayuda adecuada). Ninguna mujer tiene porqué pasar sola por ello y su entorno (pareja, familia, amistades ...) y los profesionales encargados del protocolo de seguimiento (ginecólogos, comadronas y pediatras) son potenciales detectores de estas situaciones. Y estos últimos deberían poder tener el tiempo y los recursos necesarios para evaluar el estado emocional de la madre y derivar en caso de necesidad a un profesional especializado que pueda ayudar a gestionar sus emociones y a recuperar la energía. Los psicólogos especializados, los grupos de crianza, el compartir con otras madres, los talleres de educación y gestión emocional, la lactancia materna ... son factores de protección y de apoyo importantísimos en estas situaciones. Y pueden ser el camino para vivir una maternidad sana y estable emocionalmente. Elena Angulo. Psicóloga clínica. MOLTPEKES Esos mocos pegajosos, acuosos, espesos, de diferentes colores… amarillos, transparentes, verdes…que obstruyen la nariz, se cuelan por la garganta, no dejan dormir a nuestros niños. Los mocos que intentamos combatir con múltiples dispositivos como la pera succionadora de mocos, aspiradores…y jarabes mucolíticos , antitusivos , fluidificantes y expectorantes…que no han demostrado eficacia alguna.
Técnicamente, esos mocos son la manifestación de las infecciones de las vías respiratorias superiores y resultan de la infección por múltiples virus que nos afectan en distintas épocas del año. La asistencia a guardería aumenta la frecuencia de afecciones de vías respiratorias agudas. La infección más común es el resfriado común o catarro de vías altas , que se contagia a través de las manos y contacto estrecho con las personas enfermas. Sus síntomas: la obstrucción nasal, mucosidad, tos y a veces fiebre, son el cuadro típico que le da a los niños el sobrenombre de “mocosos”. Mocosos… es una etapa de la vida de nuestros niños. Dejemos que maduren; ellos y los mocos. Aliados, porque los virus ponen a prueba el sistema inmune de nuestros niños, les hacen más fuertes, estimulan una respuesta visible en parte por ese conjunto de síntomas molestos que nuestros niños deben pasar y los padres deben con paciencia y cariño tratar de aliviar y no suprimir. Contamos con variadas opciones para aliviar estos síntomas: se recomiendan lavados nasales con suero salino hipertónico o agua marina e hidratación abundante. También podemos recurrir a los medicamentos tradicionales, homeopáticos, alopáticos… con el fin de aliviar los síntomas en los niños y muchas veces a los padres que lo pasan mal, no descansan, no duermen y deben seguir adelante. La tarea no es fácil. Pero, sobretodo, paciencia y cariño son la mejor receta. Hilda |
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Agosto 2015
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